Fajas y Artificios



En relación con esta imagen pensaba en la forma en que la ropa interior femenina solía ser como un exoesqueleto o un tipo de armadura protectora, llena de ganchos, botones y capas articuladas. Todas estas telas y tensiones enigmáticas, adheridas a la piel, apretando las carnes, moldeándolas, alterándolas, vestidas con el propósito de la formación de una silueta “ideal”. La belleza femenina, atada en el pasado (y no nos engañemos, todavía) a la idea del adorno, del accesorio. La mujer como elemento decorativo, siguiendo los rigores de la época para alcanzar lo que sería la silueta única que represente lo bello, lo bueno y lo femenino. Miriñaques, aparatejos y corsés que deformaban la cintura se usaron por siglos.

El Miriñaque

En las primeras décadas del siglo XX la medicina llamó al deporte y al ejercicio, no solo para los hombres, sino para fortalecer también el cuerpo femenino y brindarle tonicidad y esbeltez. Pero la silueta de la mujer, aunque menos artificial que con el miriñaque, seguía fija a una línea que no admitía la variedad de formas del cuerpo. Ahí entra la imagen de arriba, con su oferta de “control de figura” que promete hacerte ver delgada y liviana.


La "Silueta S" adoptada a principios del siglo XX. Se le llamaba así por las curvas generadas al sacar el busto y acentuar el volumen de la cadera hacia atrás.

Eso fue en 1934 y la idea de la simulación y el artificio femenino permanece. Fajas, ropa interior que realza el busto, que rellena, jeans y pantalones que prometen la ilusión de glúteos más redondos, más formados, los mismos disfraces para cuerpos que buscan la perfección.

El vestir no está motivado por una sola cuestión, sin embargo, entre las causas para buscar la belleza y adaptarse al canon estético del momento está la idea de la seducción. La búsqueda de una forma atractiva es prioridad en estos juegos de modificación de silueta. Lo irónico aquí es reconocer que la efectividad de estos trucos para seducir se deshace al llegar la desnudez. Y cuál es el propósito de engañar un hombre con un aparente cuerpo deseable si en la intimidad se revelará el secreto de la verdadera proporción corporal, de la barriguita, del busto tal vez pequeño, caído, del glúteo inexistente?

Falta de confianza en la seducción más allá de las carnes, falta de confianza en la capacidad masculina de erotizar sin la necesidad de un cuerpo que pueda meterse en las apretadísimas tallas celebradas mediáticamente. Recuerdo el dilema de Bridget Jones en su primera película.

Bridget quería lucir un vestido muy ajustado con la intención de seducir al jefe en una fiesta. Tenía dos opciones en cuanto a ropa interior:

-La ropa interior pequeña y sensual, incómoda y poco favorecedora con el ajustadísimo vestido puesto, pero provocativa al despojarse de él.

-La aparatosa ropa interior “de abuelita”, larga hasta el ombligo, apretando la pancita y abrazando las nalgas para subirlas. Esta opción le daría esbeltez y mejor línea con el vestido puesto, pero en el momento previo a la desnudez compartida, qué revelaría aquella prenda carente de erotismo? 
Momento antisexy.



El dilema me deja pensando. Desconfío de la efectividad de estos trucos en el momento de la seducción. Cuestiono que haríamos las mujeres al encontrar los mismos mecanismos de ficción corporal en la desnudez masculina. Al final, quedo con más preguntas que respuestas:

¿Importa más la belleza de un cuerpo en su apariencia pública y vestida, así su desnudez revele líneas diferentes?
¿Aun limita esta sociedad la posibilidad de seducción corporal según el ajuste a ciertas tallas?
¿La decepción de la contraparte al descubrir lo que hay bajo las fajas y rellenos, viene por el engaño o la causa el cuerpo “imperfecto” evidenciado?

5 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  2. Muy bueno el artículo y al igual que usted, desconfío de una posible seducción con tantos artificios estrujando las carnes. Para mí la moda siempre tiene que venir acompañada de la noción de comodidad.

    Un saludo

    ResponderEliminar
  3. Mi papá recomendaba llevar a la pareja a piscina muy pronto y así, develar cualquier expectativa

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. JAJAJAJAJA, buenísimo ese consejo!

      Eliminar
    2. Además hay cosas que puede ver uno como quemaduras, lunares, vitiligo, tatuajes de equipo de fútbol...

      Eliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...