Detrás de la tendencia: Ilustración botánica para SS15

Dentro de la macrotendencia History 2.0 que viene para primavera 2015, una de las rutas gráficas nace de la curiosidad científica. Esta inspiración se expresa en ilustraciones botánicas, un tema por el que siento un interés especial.

La tendencia de ilustraciones botánicas en la propuesta de Osklen SS15.

La moda no siempre nos permite profundizar en el origen de sus caprichos estéticos y a veces eso es una injusticia. En este caso, una tendencia atrapante de gráficos florales puede valorarse mucho más si entendemos su significado histórico. Lo que quiero hoy es mostrar un poco de lo que vive detrás de una tendencia.

Mi querido amigo, el escritor Federico Arteaga, ha estudiado durante el último año la historia de la ilustración científica en Colombia y me abrió los ojos a la increíble inspiración que puede encontrarse en la obra de José Celestino Mutis y la Expedición Botánica. Dejo aquí un texto de Federico al respecto, escrito especialmente para este blog.

Ambas ilustraciones corresponden a la Caldasia sp. dibujadas por Francisco Javier Matis.

LOS MATRIMONIOS DE MUTIS

José Celestino Mutis dijo en una de sus muchas cartas “Cada lámina me cuesta mil suspiros”. Se refería a cada una de las 7439 ilustraciones de plantas que realizaron los 19 pintores de la Expedición Botánica entre 1783 y 1808. Fue un momento de crecimiento en la pintura colombiana, su voz cambió en medio de la experimentación y el estudio para salir de su adolescencia.

Izquierda: Escada SS15 - Derecha: Besleria sp. ilustrada por Francisco Escobar.

La Expedición ha sido la empresa científica más ambiciosa en la historia del país, pero también fue un tiempo de ensayos, teorización y aventura durante el extraño matrimonio entre ciencia y arte que ofició un sacerdote tardío: Mutis. Llegó en 1760 como médico del Virrey pero pronto se encontró ejerciendo la mineralogía y la docencia, la primera le trajo descubrimientos de tinturas que luego usarían sus pintores, la segunda un careo con la Santa Inquisición por su enseñanza del heliocentrismo. 

Izquierda: Alice & Olivia Resort 2015 - Derecha: Heliconia stiletioides ilustrada durante la expedición botánica.

A Mutis el arte colombiano le debe un sentido de aplicación, metodología y disciplina que no había conocido antes. Reclutó a Pablo Antonio García del Campo cuando tenía 18 años y lo expuso al entrenamiento en la pintura de retratos y miniaturas (llamadas así no por su tamaño sino por la técnica usada, el miniado). García fue maestro del momposino Salvador Rizo, quien se hiciera mayordomo de la Expedición y director de la escuela de dibujo y pintura que la institución fomentó.

Izquierda: Gucci Resort 2015 - Derecha: Alstroemeria salsilla ilustrada por Francisco Javier Matis en la expedición botánica.

Era un ordenado viejo, tomó los votos a la edad de 40 años. Prefería la docencia por sobre la repartición de hostias en una iglesia y visitaba las minas de plata más asiduamente que la corte del Virrey. Cuando tenía 51 años, su idea de una organización sistemática y gráfica de la riqueza botánica del virreinato fue finalmente aprobada. Bajo el sencillo precepto de que las flores son obras de Dios, se permitía exigir a sus pintores una delicadeza y precisión que no debían prometerle a nada que no fuera la obra del Creador. Así, buscando los tonos, los brillos y las texturas que más justicia le hicieran a una florescencia, terminó patrocinando la conjunción entre técnicas europeas e indígenas. Por un lado estaba la geometría y formato de los iconos botánicos del viejo continente, por el otro el conocimiento ancestral de la efectividad del color rojo sintetizado del palo brasil, el amarillo del achiote, el violeta del espino puyón y muchos otros extractos naturales.

Izquierda: Erin Fetherston Resort 2015 - Derecha: Brownea grandiceps ilustrada por Francisco Javier Matis para la expedición botánica.

Usando esencias extraídas de las plantas que su equipo retrataba, Mutis engendró la unción ética del objeto pintado y su representación. Casi dos siglos antes de que se hablara de fractalidad, el cura científico la estaba acuñando en una casa encantada de Mariquita y en otra menos romántica pero mejor equipada en Santa Fe.

También unió con un lazo perpetuado en la pintura lo inefable de la sensibilidad artística y lo articulado de la ciencia. Confiaba a sus pintores la tarea misma de herbolizar, salir de madrugada al campo y regresar temprano con el exponente más hermoso y vivo de un bejuco, ponerlo en una vasija con agua y empezar a retratarlo contrarreloj, sabiendo que a cada minuto sus tonalidades se iban marchitando y al finalizar el mediodía la luz natural ya no era propicia para la realización de las láminas. 

Izquierda: Gucci Resort 2015 - Derecha: Sagittaria guayanensis
ilustrada durante la expedición botánica.

La pintura botánica que Mutis desarrolló en Colombia tuvo ejemplos fulgurantes de la relación entre aventura y representación. El mejor de sus pintores, Francisco Javier Matis, hizo una infusión de la flor del guaco para comprobar su eficacia como antídoto para mordeduras de serpientes; la bebió, se la aplicó en cortadas autoinfligidas en sus extremidades y pecho y se hizo morder de una culebra venenosa conocida como “taya” frente a Mutis y otras personalidades. Después del ataque se sentó frente a su escritorio en la Casa Encantada de Mariquita y siguió pintando. Matis expuso su vida a favor de la ciencia con el abandono del pintor loco y genial que siempre fue. Años después Humboldt lo llamaría el mejor pintor de flores del mundo.

En las láminas de la Expedición, de las que en Colombia no hay una siquiera, no sólo están en el papel la representación de una planta y sus jugos vitales iluminándola; también se ven en armonía todos sus instantes. La semilla, su tallo, su verdor, sus flores y hasta sus frutos aparecen como una sola guirnalda de casorio pastoril resumiendo sin tiempo la vida entera de una enredadera o de una hierba medicinal. La biblioteca de Mutis fue la más grande y mejor equipada de las Américas en su momento. Gracias a esto, la pintura colombiana de entonces se vio influida por el trabajo de María Sybilla Merian, el de Jacquin, Linneo y otros.

Izquierda: Jill Stuart Resort 2015 - Derecha: Alstroemeria sp. ilustrada por Francisco Javier Matis durante la expedición botánica.

Hay muchos cuentos sobre líder de la Expedición, quizá sí tuvo una hija con una mulata en Tolima, tal vez sí amarró a Matis de un árbol y lo azotó, tal vez sí difamó al panameño Sebastián López en su rencilla por el descubrimiento de los árboles de la chinchona. Tal vez. Tal vez José Celestino Mutis nunca pronunció a un hombre y una mujer marido y mujer, pero el matrimonio que celebró entre arte y ciencia durante la Expedición es uno del que quedan 7439 pinturas con sus votos.

Mutisia Clematis nombrada así por José Celestino Mutis e ilustrada por
Salvador Rizo de forma tal que los tallos de la planta dibujan el monograma de Mutis.

La marca Erdem se inspira para SS15 en la artista botánica victoriana Marianne North.

Como pequeña nota final, destaco la historia detrás de una propuesta de moda local. La marca Alado Diseño presentó en Colombiamoda su colección Immortalitati, inspirada en los retratos de las monjas muertas del S. XVIII. Para los retratos, las religiosas fallecidas eran adornadas con coronas de flores que representaban sus virtudes: "La rosa roja significa pasión y mortificación; el lirio, castidad; el clavel, amor; la azucena, pureza, especialmente en la imitación de la devoción a la Virgen; la amapola blanca, la santa ignorancia y la roja a Cristo; el jazmín representa la elegancia, la gracia y la amabilidad virginal; la violeta, humildad."

 

Izquierda: Alado SS15 - Derecha: retratos de las religiosas muertas.

Para explicar el vínculo de esta colección con la Expedición Botánica, citaré a Federico nuevamente:

"La mayoría de pinturas de monjas muertas en Colombia no están firmadas, esto tiene explicación en un hecho: la muerte de José Celestino Mutis. Cuando ocurrió (1808), la Expedición Botánica entró en un período de pausa muy cercano a la cancelación, la mayoría de miembros de la escuela de pintores fundada por García y liderada por Rizo, se vieron de repente sin sueldo. El oficio de pintar monjas el día de su muerte -cuando su matrimonio con Jesucristo era finalmente consumado- era uno bien pagado porque las familias de estas monjas eran normalmente pudientes y, dada la pericia de estos pintores en el manejo de flores, ellos fueron los preferidos. Pero no querían ser directamente asociados con esta como la principal de sus funciones, por tanto preferían no firmar las pinturas."

Las pinturas se encuentran en el Museo del Banco de la República y fue allí donde los diseñadores de Alado tomaron su inspiración para Primavera Verano, cargada de aire místico, símbolos de mortalidad y flores.

Para ver más láminas de la Expedición Botánica, click aquí.
Si desean leer más de Federico (lo recomiendo), aquí su blog.

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