Confieso que la primera mirada a esta colección me llenó de tedio. No fue un amor a primera vista y tal vez se justifica por la carga oscura de las prendas. Pero el azar me reencontró con las imágenes de esta colección y en ese nuevo encuentro, fui amando los colores, la tenue diferencia entre grises empolvados y el humo que parecía envolver las negras siluetas. Celebré el nuevo encuentro con Chanel y me enamoré en esa segunda vista. Sucedió para mi todo lo contrario a lo sucedido en el poema "Colloque Sentimental" de Paul Verlaine, que da inspiración a esta colección de Lagerfeld.
"In the deserted park, silent and vast,
Erewhile two shadowy glimmering figures passed.
Their lips were colorless, and dead their eyes;
Their words were scarce more audible than sighs.
In the deserted park, silent and vast,
Two spectres conjured up the buried past.
“Our ancient ecstasy, do you recall?”
“Why, pray, should I remember it at all?”
“Does still your heart at mention of me glow?
Do still you see my soul in slumber?”
“No!”
“Ah, blessed, blissful days when our lips met!You loved me so!”
“Quite likely,—I forget.”
“How sweet was hope, the sky how blue and fair!”
“The sky grew black, the hope became despair.”
Thus walked they ’mid the frozen weeds, these dead,
And Night alone o’erheard the things they said."
Muchas imágenes vienen a mi mente al enfrentarme a esta colección, historias de futuros post-apocalípticos de frío desierto y polvo. Pero a pesar de tener cierto filo de rudeza guerrera, en las botas masculinas y los bruscos lavados de los pantalones ajustados, se conservan los asomos de nostalgia, de homenaje al amor del pasado, indelebles en las chaquetas tweed clásicas de Chanel, con ciertos giros de silueta, acortadas o alargadas, o ajustadas como camisas pesadas, con capas sobrepuestas.
Ese despecho gótico es la mezcla perfecta de color de piedra y amargura con toques de romanticismo, en las inclusiones ocasionales de rojo, azul o verde en los detalles. De la misma manera, lo clásico y de alguna forma monótono de una simple camisa negra con un cardigan tradicional, se torna andrógino y punk con los pantalones de bota recta masculinos deformados por la terminación ajustada de la bota en tweed. Este efecto de los pantalones, si bien solo favorece a mujeres altas, puede imitarse con la incorporación de leggings o jeans ajustados terminados con calentadoras o medias tejidas en tonos grises.
A pesar de la evidente falta de invierno dramático en Medellín, para lograr este estilo de Coco Chanel despechada y punkera se puede considerar la mezcla de prendas superiores clásicas, tejidos y capas sobrepuestas en contraste con denim oscuro y empolvado, rematado con unas botas de combate, estilo Doc Marten's. De lo mejor que trae esta propuesta de Chanel es la posibilidad de zapatos bajos, planos y mucho más saludables.
No hay comentarios:
Publicar un comentario