En 1947 florecieron por primera vez los vestidos de la
colección Corolle de Christian Dior, materializando en ceñidas cinturas y
faldas de pétalos generosos una nueva conciencia femenina que huía de la
austeridad de la guerra. En esta época, los discursos de moda guardaban un rigor
político, manteniendo ciertos materiales de bajo costo, ciertas estructuras que
pudieran realizarse con poco material y altamente influenciados por las siluetas
militares.
Atreverse a un Christian Dior era considerado una excentricidad
irresponsable y los gobiernos recomendaban huir de este nuevo estilo que
desperdiciaba valioso material. El New
Look tuvo un éxito que ningún discurso de responsabilidad política logró frenar
y en el centro de la controversia, el diseñador comenzaba a definir la
feminidad de su década y al look que caracterizaría nuevas colecciones
de la Casa Dior, para décadas futuras.
En moda es imposible huir del pasado y es mucho más
enriquecedor conocerlo, recorrerlo, homenajearlo y reinventarlo. La Casa Dior no
podría escapar jamás de esas mujeres-flor que tanto inspiraron entonces y que
ahora ni Raf Simons, nueva mente creativa detrás de la Maison, es capaz de
ignorar.
Izq. 1949 - Dcha. 1952
Las colecciones del New Look ofrecían alternativas "económicas" a las voluminosas siluetas de Dior. Estos trajes llevaban ajustadas faldas y para lograr la sensación de cadera amplia, se valían del peplum.
Las colecciones del New Look ofrecían alternativas "económicas" a las voluminosas siluetas de Dior. Estos trajes llevaban ajustadas faldas y para lograr la sensación de cadera amplia, se valían del peplum.
El estilo personal de Simons y su paso por Jil Sander se
hacen evidentes en las siluetas de esta colección. Bustiers ajustados al cuerpo, transparencias y limpios cortes a
juego con los elementos nostálgicos de texturas florales, pantalones y
chaquetas de sastre. Femeninas siluetas de amplia cadera cerradas a la cintura
con cinturones metálicos que actualizan las líneas de influencia del New Look.
Faldas que se abren hasta el vientre, que se transforman en colas de traje de
smoking y revelan una masculinidad elegante en pantalones entubados (Raf Simons
traduce su experiencia en el diseño de moda masculina).
Dinner Dress, 1949-50
"A pesar de ser conocido por sus siluetas ultra-femeninas, Dior adaptó muchos aspectos de la moda masculina para sus diseños (...) Uno de sus grandes logros fue crear a partir del vocabulario del tuxedo masculino."
Descripción de esta pieza, por el Met Museum.
Descripción de esta pieza, por el Met Museum.
Estas no son las volátiles e impredecibles mujeres-flor de
la Casa Dior cuando Galliano nos deleitó con su conocida irreverencia. También
él entendió que salir de aquel ciclo de homenajes y recuerdos terminaría por
diluir la esencia de Christian Dior. Simons no le teme al eterno retorno y
vuelve seguro al origen del New Look, con una mirada arquitectónica ha tomado
lo más puro de las flores y ha limpiado sus formas hasta quedarse en su
geometría.
Este no es el Couture de Galliano, tampoco el de Dior. Raf
Simons fue hasta las raíces de la marca e hizo brotar sus flores nuevas, un New
Look para el futuro de Dior.
Cuando casi me desilusiono (lo siento, pero suelo comparar los orígenes de Dior con esas maravillosas obras manuales que el modisto comenzó a hacer en los 50), de esta colección, donde casi no veo nada de Raf y si una apología al modisto, las últimas piezas, sobre todo el vestido amarillo, me hicieron cambiar de opinión. Tengo una concepción encontrada ante esta colección. A pesar de que soy amante del new look, que el supo recrear tan bien, sobre todo en los dos primeros outfits, no sé porqué siento qu hace falta esplendor o identidad, cosa que logra con las últimas dos piezas. Me malacostumbré a Galliano.
ResponderEliminarLux