Mary Katrantzou presenta su segunda colaboración con Adidas, valiéndose nuevamente de su inagotable talento para la estampación. La nueva colección tiene un provocativo toque ochentero además de elementos olímpicos en collage sobre las prendas.
Los más detallistas encontrarán en este despliegue gráfico un juego de gimnastas, clavadistas, raquetas, relojes de cronómetro y otros elementos que expresan de forma literal la inspiración deportiva. Hay historias pequeñas en esas imágenes, compuestas para crear rostros y hasta pequeños cuerpos (Recuerda a las pinturas de Giuseppe Arcimboldo).
En cuanto a las siluetas, traen elementos de la indumentaria olímpica: pretinas en tejido rib, faldas plisadas de tenista o apliques en mallas de microfibra. Solo algunas chaquetas y sudaderas respetan los códigos de la categoría deportiva a la que pertenece la colección. En estas colaboraciones para crear sportswear contemporáneo lo que menos se piensa es que las prendas vestirán cuerpos sudorosos de gimnasio o pista (Nadie le haría semejante daño a esas maxifaldas).
Con los tenis pasa lo mismo. Son objetos de deseo de amantes de los sneakers pero nadie buscará probar su desempeño en una carrera. Mejor llevarlos como ornamento, en especial los que tienen el efecto iridiscente en el talón, mis favoritos.
Las colaboraciones traen siempre un nuevo aire a las marcas clásicas. Nike y New Balance también se le miden, con interesantes resultados.
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